1.
Entiendo que toda obra siempre nos cuenta algo, los abstractos, aquellos que admiro como A.Tapies, aun trabajando en la aparente libertad de la pintura pura, del hecho plástico liberado de la anécdota, inevitablemente comunican. Cuentan algo. Podes agregar aquí lo que desees, la proyección sugerida de tus contenidos como espectador sobre la maravillosa ambigüedad de la obra : estados del alma, paisajes psíquicos, tensión emotiva, espanto o armonía, silencios o sonidos, etc. Nos dicen algo de lo esencial humano en clave de testimonio o crónica, finalmente siempre relato.
Cuando esto no ocurre, estamos frente a la decoración y la artesanía.
2.
La historieta, el comic me ha fascinado en la infancia cuando fui un adicto consumidor y lo hace ahora nuevamente. En realidad al contar una historia a través del dibujo agregas inevitablemente una dimensión que la pintura no tiene : el tiempo. Como ocurre con la música y el cine. Un story board y una historieta son primos hermanos. Mucho cine actual se apoya en guiones de comics, y muy visiblemente en lo visual plástico de estos.
Pienso que las series de mis trabajos ( siempre trabajo sobre series temáticas ) constituyen quizás en su conjunto, historias, guiones donde las pinturas individuales son los fotogramas, las imágenes/ cuadros de éste. En realidad lo que proponen los cuadros individualmente son la observación desde ángulos diversos , momentos y circunstancias diversas del objeto o asunto que exploro.
Puedo caminar alrededor del asunto , rodearlo, acercarme y retirarme de él como lo haría una cámara en movimiento.
3.
En cuanto a la parentela estética sin duda estoy cerca del pop con lazos en el trabajo individual de varios artistas. Intento huir de la descripción, busco la síntesis y la simplificación de las figuras sin destruirlas, conservando proporciones y formas pero esquivando el tratamiento del detalle, huyo de la pincelada visible ( aunque a veces sea doloroso retirarse de áreas que producen tanto gozo sensorial) por lo que trato de mantenerme en superficies y colores planos, la línea del dibujo visible ( como en las viñetas) de modo de concentrar mayor atención en el asunto tratado, en la historia.
4.
En el silencio previo a la génesis de una obra, en el instante creador, considero que partimos de una imagen que nos es dada casi acabada por nuestra imaginación. Lo que viene después es trabajo, el material sobre el que trabajar nos fue dado en un instante y no es producto de una elaboración conciente. La labor intelectual y manual de procesar esa idea o imagen pura inicial es el trabajo que tiene lugar en el entrañable ámbito del taller.
No creo en la posibilidad de iniciar una obra sin tener antes la visión del objetivo que pretendes alcanzar, la imagen que buscas construir; aun cuando la misma lógica de los materiales, los recursos plásticos y estéticos te hagan derivar en direcciones relativamente impredecibles. Esa imagen inicial surgida espontáneamente de la imaginación es la única justificación de la obra, sus contenidos, su armazón llevan naturalmente la carga y esencias que hará la diferencia entre el arte y una artesanía. Prescindir de ella equivaldría en el retrato realista, clásico o barroco a prescindir del modelo. Esa imagen o visión inicial, fatalmente nos llega ya preñada de elementos estéticos, de soluciones expresivas, en definitiva de un ropaje, una forma .
Me parece disparatado iniciar una obra sin ese plan rector cimentado en el misterio irracional de esa visión, penoso construir la obra como si se tratara de un Lego, un juego para armar, sin alma, donde el único objetivo sea el equilibrio y la composición.
La decoración y el arte pertenecen a dimensiones ontológicas diferentes.
5.
En la gestación de mi obra siempre comienzo por imágenes que atrapo en rápidos bocetos a mano alzada con el fin de evitar su pérdida por olvido, inevitable al cabo de unos minutos.
Una vez tengo un grupo de estos, inicio la etapa de construcción, puedo pasar al taller y enfrentar el desarrollo de estas imágenes en pinturas, imágenes acabadas, traducidas a dibujo y color en una estructura estética coherente. En la mayoría de los casos, los bocetos alcanzan su etapa final en una obra acabada, en otros naufragan al resultar finalmente de escaso interés, incapaces de alcanzar la tensión mínima que justifique la obra. Los más interesantes sin embargo son quizás aquellos que se frenan en el proceso de ejecución, cuando los recursos con que cuento para la ejecución resultan insuficientes para alcanzar los objetivos buscados. Estas obras son las que exigen reconsiderar, agregar o quitar elementos estéticamente rectores para llegar a un final satisfactorio. Son reveladoras, marcan los momentos en que agregas un escalón cualitativo, un pequeño salto que modifica con aportes el discurso estético.
Texto Catalogo de Atavismos
«L'art, c'est le plus court chemin de l'homme à l'homme.»
André Malraux
El arte, un atavismo. De origen religioso, jamás ha perdido su carga metafísica sin la cual se aleja de sí mismo, desnaturalizándose al emigrar a funciones decorativas, propagandísticas o publicitarias.
Nexo con las aguas inmóviles en la profundidad de nuestra psiquis, establece contacto intuitivo con los mayores temores y mas poderosos deseos que acompañan y empujan a nuestra especie desde el principio de sus tiempos, con los cíclopes ciegos, con nuestras mas formidables pesadillas, nuestros mas temidos demonios, las que se expresan a través de la sensibilidad del artista , de su percepción sacerdotal, que le permite desde la superficie del distendido transcurrir cotidiano, leer esas señales, esos lejanos y tan próximos temblores y exorcizarlos, sublimarlos en el acto catártico de la creación.
“After the end of art “ Si el arte es un atavismo y como tal parte esencial de nuestra condición biológica y psíquica y por tanto un hecho que solo los milenios podrán modificar, que será de las pretensiosas declaraciones y fina arquitectura filosófica que ha decretado su fin ?
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